"...El virtuosismo es el sonido".
Es este un desafío a la hora de interpretar a un compositor del despliegue técnico que constituye y caracteriza a la obra de Franz Liszt.
Esta visión interpretativa se construye a través del equilibrio entre el brillo y la multiplicidad de recursos técnicos - mecánicos intrínsecos en la composición de Liszt; supeditando estos recursos a la concepción expresiva de la obra, que descubre las profundidades del océano emocional, pasional, que transporta a Liszt y junto a él al público, súbitamente, a puntos extremos como lo son la contemplación más serena y el arrebato más desenfrenado.
Técnica y Expresión como fórmula indiscutida del Arte.
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